Hoy hablaremos de uno de los pintores españoles más importantes de los años 20, Joaquín Sorolla y Bastida. Dicho pintor nació en Valencia en 1863 y falleció en Madrid, en 1923. Durante el final de los años 80 visitó Roma (conociendo así un arte clásico) y también París, codeándose con las vanguardias del momento.
En cuanto vemos algunas de sus obras, es un pintor que sabe reconocerse por ciertos factores que representa en las mismas, como lo es por supuesto el tema de su tierra natal, Valencia, las pescadoras, sus sombras y sobre todo sus jardines.
Sorolla era un pintor que destacaba principalmente por una utilización característica del color blanco en sus obras, de hecho aun nadie sabe como conseguía esos diferentes tonos de blanco, esa utilización que nos envuelve en el cuadro, desarrollando un estilo denominado "Luminismo".
Un poco antes de 1900, empezó a pintar al aire libre, por lo que sabia captar muy bien la luz y además representarla en sus obras, se esmeraba tanto en captar esa esencia que si algún momento ,durante la creación de una de sus obras, se ponía o el sol o la luz era diferente, él guardaba la obra y esperaba a otro día en que la luz fuera similar a la que quería y la que estaba pintando. De hecho, en los días soleados, llegaba a empezar varias obras a la vez para aprovechar la luz que se ofrecía, y así , ir acabando los cuadros de una forma más eficaz.
A continuación pongo de ejemplo algunas obras para que veamos de qué estamos hablando:
En este cuadro "Pescadora con su hijo" de 1908, vemos como representa a la mujer pescadora característica de la playa de valencia, quienes llevaban a sus hijos para que jugasen. Los representa en un momento diferente del día, la alegría de la mañana, la espuma del mar, etc.
Si nos fijamos en la camisa, la manta que envuelve al niño, los brillos del mar o su espuma, vemos unos de los factores de los que nombré al principio, y es esa utilización tan especial del blanco, juntando colores rosados, lila, azul claro... una mezcla de color que hace especial esa luz en las obras, reconocible a Sorolla.
En este cuadro, "La bata rosa" representa el típico traje de baño que se utilizaba anteriormente en las playas, durante el movimiento "bañista" como ellos lo denominaron, que en este caso una señora mayor le ayuda a quitarse a la mujer después del baño. Utiliza gran libertad en su pincelada para mostrar la entrada de luz y se vuelve a ver la utilización característica de los distintos tonos de blanco que se muestran en las cortinas.
Aquí vemos a las pescadoras por la playa valenciana, y si miramos más detalladamente vemos cómo llevan también a sus hijos para que jugasen y además aprendiesen el oficio de la pesca. Representa a las pescadoras como unas mujeres fuertes, robustas y sobretodo trabajadoras.
Este es otro de sus cuadros quizás más conocidos de Sorolla, en el que a parte de disfrutar de los diversos tonos en el caballo que hacen de esa percepción del corcel blanco, especial, podemos disfrutar de otro de sus factores clave, la sombra.
Esta era muy importante para el pintor y en un gran número de sus obras de la playa de Valencia podemos apreciarla, pero si nos fijamos ocurre algo parecido como con la utilización del blanco, no es una sombra de un puro color, no utiliza solo el negro, sino que combina colores como el morado, violeta y demás colores de la gama para recrear esa sombra. La misma sombra del caballo, vemos como se refleja más levemente con colores más suaves en el agua y, con colores más oscuros en la arena.
Los jardines de Sorolla:
Durante una de las etapas de su vida, cuando Sorolla ya estaba casado con su mujer Clotilde, comenzó a pintar numerosas obras sobre jardines que él había visitado, recordando olores, momentos y demás. Es así, como en la construcción de su casa, mando que construyeran primero los tres jardines que él mismo habia diseñado, para poder pintar al aire libre y que nadie le molestase durante la inspiración.
Si miramos sus obras podemos reconocer algunos de los lugares que representa como Sevilla o Granada, y es tal su gusto por estos lugares que se inspira en ellos para diseñar sus jardines, intentando recrear la misma escena con los azulejos más parecidos, flores específicas traídas desde el mismo sitio y hasta frutas características.

Como ocurre con dicha obra, podemos reconocer una representación de uno de los jardines de la Alhambra de Granada, con esa arquitectura característica que intenta detallar con la pincelada, los arcos y muy importante el agua.
El agua en la representación de los jardines en sus obras va a ser un factor muy importante, ya que se va a representar en gran parte de dichos cuadros, y además nos ayudará a ver los magníficos reflejos que sabe captar de lo que en un plano diferente ve construido, como en la obra siguiente, en la que Sorolla directamente representa lo que ve reflejado en el agua de una forma exacta, a la vez que vemos como con la pincelada nos muestra ese agua caer y crear hondas en la fuente.
Para finalizar con el autor, una de las cosas que más me impacto al visitar el Museo Sorolla aquí en Madrid, es que en la segunda sala existía una réplica del toldo que utilizaba el pintor en algunas ocasiones cuando quería adaptar la luz a sus gustos para pintar una obra, o incluso en alguna exposición para darle más énfasis de luz en lugar u otro de la misma obra.
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